El Mindfulness o entrenamiento de la atención sabia, se refiere a una práctica basada en la meditación que consiste en estar atentos, de forma totalmente intencional y desapasionada, a los pensamientos, emociones, sensaciones corporales y ambiente circundante sin juzgar si son adecuados.
En este sentido, la atención se enfoca en lo que se percibe, sin preocuparse por los problemas, sus causas y consecuencias, no se buscan soluciones, tampoco se juzga, se apega o rechaza de forma alguna la experiencia.
Desde los años 70 se promocionó al Mindfulness para diversos objetivos, principalmente con la idea de mitigar el estrés causado por el trabajo o las enfermedades.
Una de las primeras aplicaciones del Mindfulness se dirigió a preparar a los militares estadounidenses para minimizar los trastornos que sufren durante el combate y sus secuelas y aún se enseña a los militares durante las semanas previas a un despliegue.
Son muchas las variables psicológicas y emocionales que intervienen y resultan decisivas para el rendimiento óptimo de un ser humano, (motivación, nivel de activación, estrés) y muchas son las investigaciones que han demostrado su incidencia sobre los deportistas, en los últimos años, la filosofía y praxis del Mindfulness comenzó a despertar un interés bastante significativo en los psicólogos deportivos.
La práctica del Mindfulness en el deporte, se centra en la idea de que el rendimiento óptimo es un estado que emerge de la aceptación de los pensamientos, emociones y sensaciones corporales sin intentar eliminarlos ni modificarlos, simplemente hay que observarlos de manera no enjuiciadora.
La aceptación de las emociones provoca una mejora tanto en la atención como en el nivel de activación, pues las emociones no se interpretan como negativas (incluso aquellas provocadas por el estrés del entrenamiento o la competición).
El autoconocimiento emocional que se adquiere con el Mindfulness, la correcta regulación emocional fruto de este autoconocimiento y de “estar en el presente”, propicia un estado idóneo de rendimiento deportivo. El deportista que practica Mindfulness en el deporte se encontrará en un estado pleno de fluidez, pues su cuerpo y su mente están en sintonía.
Este estado ocurre cuando nos encontramos tan inmersos en una actividad que parece que el tiempo vuela y disfrutamos del placer de cada segundo que pasa.
Si alguna vez has experimentado este estado de fluidez, habrás notado que estás tan concentrado en aquello que estás haciendo, que te olvidas de lo que ocurre a tu alrededor y no deseas que ese instante acabe.
Es lo que se debe buscar por medio del Mindfulness, aceptar las emociones para mejorar la atención y el nivel de activación, sin juzgarlas o interpretarlas como negativas, incluso aceptar aquellas emociones negativas desencadenadas por el estrés.
Autoconocernos y regularnos emocionalmente, disfrutar, vivir y estar en el presente durante la práctica o competición, propiciará un estado idóneo de rendimiento deportivo.
El deportista que practica Mindfulness alcanzará un máximo estado de fluidez, pues su cuerpo y su mente se encontrarán en sintonía.